jueves, 25 de abril de 2024

Así andamos


 

Y la medida de la inocencia del corazón, de cada corazón

 

Poéticas Mediterráneas 2024

A la paz le hace falta un rostro: poemas para recibir el futuro


Y la medida de la inocencia del corazón, de cada corazón,

daría, si medida de ella pudiera haber, la diversidad de las presencias

 que ante ese corazón presenta la riqueza de mundo,

y aun el esplendor de lo que nombramos como universo.

Ya que hay una íntima, indisoluble correlación entre inocencia y universalidad. Solo el hombre dotado de un corazón inocente podría habitar el universo.

María Zambrano: Claros del. bosque

 

Tal vez sea una utopía. Tal vez no haya tiempo. Pero tal vez también

valga la pena pensar que podemos pensar de otro modo

para hacer las cosas de otro modo.

Chantal Maillard: Las venas del dragón

 

¿Desaprender, descreer, dejar que la disciplina con la que hemos adiestrado a la mente experimente sus limitaciones, incluso sus fracasos? Desaprender para aprender algo tan valioso como que cuando se nos impone o nos imponemos un solo camino, una sola mirada, un solo pensamiento, estamos abocados a ir quedándonos sin sueños, a temer lo que discurre en el afuera de nuestros ojos cegados y de nuestros pensamientos cautivos.

Desaprender identidades contraídas, vínculos desiguales que acaso se entramaron sin permiso… ¿y si se lo dimos a cambio de no dejar ocasión, ni intelectual ni anímica, para llevar en el bolsillo de la vida algunas indicaciones que habría sido prudente tener en cuenta? Por ejemplo, que cuando las palabras se mienten y se malgastan, destruyen los sentimientos que encenderían su luminosidad y apagarían sus derrotas; que cuando la línea del simbólico horizonte desaparece entre dolor y destrucción corpóreas, aunque nos obstinemos en ignorarlo, el llanto es de tristeza; y que entonces toma el poder la invasora ausencia de una cara, de un temblor, de una certeza que permitiría decir con inocencia, es decir, con sosiego y piedad y esperanza “solo soy si tú eres, solo soy si somos”.

La violencia se alimenta de tan siniestras desapariciones envenenando de venganza y prejuicios la claridad racional y el lenguaje que restituiría universos donde habitar sin miedo. La paz se expulsa, no tiene sitio ahí, e invocarla, es tomar su nombre en vano.  

Intentar darle rostro a la paz y recibirla, con los brazos abiertos, es la tarea de Poéticas Mediterráneas 2024. Música, poemas en persa-dari, en árabe, en hebreo, en ucraniano, en ruso, en kurdo, en sefardí se ofrecen para encorazonar este presente descorazonado y descorazonador.

Porque si se niegan los rostros, se naturaliza la destrucción apelando a una historia que no los tiene, se instaura la venganza y la injusticia que no los echa de menos. Y a la paz le hace falta, con urgencia, un rostro. Por eso la Poesía, esplendor de las presencias que laten diversas concertando el universo, matricial apaciguadora de pasos que fueron obligados a perseguir y de manos que fueron obligadas a odiar.

Sí, la Poesía: hacedora de las cosas de otro modo, en eterna disposición para pensar las cosas de otro modo.

Marifé Santiago-Bolaños


Programa

 

24 de abril de 2024,  de 19'00 a 20'30 horas

Librería Crazy Mary

Calle Echegaray, 32 (Madrid)

 

Lectura de poemas de los siguientes autores

 

Waheda Ahmadi (persa-dari)

Yousef al-Dubai (árabe)

Yehuda Amijai (hebreo)

Nadia Anjuman (persa-dari)

Mastoureh Ardalan (kurdo sorani)

Hamutal Bar-Yosef (hebreo)

Joseph Brodsky (ruso)

Mahmud Darwish (árabe)

Forough Farrojzad (persa-dari)

Iván Frankó (ucraniano)

Clarisse Nicoïdski (sefardí)

Borís Pasternak (ruso)

Alexander Pushkin (ruso)

Maisoun Shuqair (árabe)

Lesya Ukrainka (ucraniano)

Lesya Vorobets (ucraniano)

Tawfiq Ziyad (árabe)

 

Intervención musical

 

Alma de Tüz

 

Lectores de los textos

 

Rosana Acquaroni

Waheda Ahmadi

Olga Amaris

Barak Ben-David

Alba Diz Villanueva

Yousef al-Dubai

Javier Fernández Vallina

José Manuel Lucía Megías

Svieta Maliavina

Sofía Nowendsztern

Abdul Hadi Sadoun

Marifé Santiago Bolaños

Maisoun Shuqair

Leonardo Vilei

Lesya Vorobets


Organiza

Grupo de investigación UCM Poéticas de la Modernidad

 

Coordina

José Manuel Lucía Megías

Abdul Hadi Sadoun

Marifé Santiago Bolaños


Colabora

Departamento de Estudios Románicos, Franceses, Italianos y Traducción

Departamento de Lingüística, Estudios Árabes, Hebreos, Vascos y de Asia Oriental

Facultad de Filología

 

   

Me está gustando mucho el taller sobre canciones de Charly


 

Fotos que no sirven para hacer mis propios stickers de wasap



 

Ensaladera origanal de meona



 

Si la envidia fuera tiña...

 (Lo malo es que todavía me duela y me sorprenda)

Rejuntando cosas en mi propia casa para llevarle a mijita







 

Me pasé 8 de las 15 mil


 

martes, 23 de abril de 2024

Amo lo extraño

 Canción compuesta por Charly para Fabiana Cantilo en su primer disco solista "Detectives"

AMO LO EXTRAÑO



Amo lo extraño, 

desde hoy, desde ayer,


desde el cielo, a los subterráneos.


Amo lo extraño, 

sin razón, sin porqué,

no haré bien, ni tampoco daño.



No quiero arruinarlo, volverlo a hacer,

no quiero volverte a ver.



Desde hace años, 

desde un tren a otro tren,

desde un rey, hasta un operario.


En los extraños 

puedo hallar, puedo ver

el fulgor de lo imaginario.



No, no, no me busques, ya no estaré,

no quiero volverte a ver.



Déjame, compréndeme,

no hay nada planeado que quiera hacer.

Estoy entregada a un amor sin vos,
sin cara, sin religión.


No te quiero conocer,

no digas tu nombre, ya no estaré,

estoy entregada a un amor sin vos.



No, no, no me busques, ya no estaré,

no quiero volverte a ver.


Déjame, compréndeme,

no hay nada planeado que quiera hacer.


Estoy entregada a un amor sin vos,

sin cara, sin religión.


No te quiero conocer,

no digas tu nombre, ya no estaré,

estoy entregada a un amor sin vos.


Amo lo extraño, 

desde hoy, desde ayer,

desde el cielo, a los subterráneos.


Amo lo extraño, 

sin razón, sin porqué,

no haré bien, ni tampoco daño.



No quiero arruinarlo, 

volverlo a hacer,

no quiero volverte a ver.

«También el amor se aprende»

 

Dice en feis Hermeneuta. Revista cultural 
Siguiendo

 
"A Mercedes la conocí en Sucre, un pueblo del interior de la costa Caribe (…) Un día, en un baile de estudiantes, y cuando ella tenía solo trece años, le pedí sin más vueltas que se casara conmigo. Pienso ahora que la proposición era una metáfora para saltar por encima de todas las vueltas y revueltas que había que hacer en aquella época para conseguir novia. Ella debió entenderlo así, porque seguimos viéndonos de un modo esporádico y siempre casual, y creo que ambos sabíamos sin ninguna duda que tarde o temprano la metáfora se iba a volver verdad. (…) Ahora estamos a punto de cumplir veinticinco años de casados, y en ningún momento hemos tenido una controversia grave. Creo que el secreto está en que hemos seguido entendiendo las cosas como las entendíamos antes de casarnos. Es decir, que el matrimonio, como la vida entera, es algo terriblemente difícil que hay que volver a empezar desde el principio todos los días, y todos los días de nuestra vida. El esfuerzo es constante, e inclusive agotador muchas veces, pero vale la pena. Un personaje de alguna novela mía lo dice de un modo más crudo: «También el amor se aprende»".
- Gabriel García Márquez | “El olor de la guayaba” (1982)
Falleció en Ciudad de México el 17 de abril de 2014
Nota: Hoy recordamos en Hermeneuta al gran Gabriel García Márquez con uno de esos textos que despiertan ternura, pues gira en torno a su mujer Mercedes Barcha. Estuvieron juntos sesenta años y ella siempre fue fundamental para sus historias. Como escribió él: “Mercedes impregna todos mis libros”. También fue ella quien logró sacar adelante a la familia cuando él escribió “Cien años de soledad”, pues para dedicarse por entero a la novela Gabriel renunció a todo empleo, sufriendo desde entonces importantes dificultades económicas. Cuando concluyó la histórica novela, esta le dijo: “¿En verdad ya la terminaste? Debemos 12.000 dólares”. Por cierto, la frase “También el amor se aprende”, que tan bien resume este texto, se incluye en “Crónica de una muerte anunciada”.
📷 Gabriel y Mercedes en 1990 (Fuente: Fundación Gabo)
Puede ser una imagen en blanco y negro de 2 personas


Novedades maravillosas en el jardín de las maravillas










 

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...